lunes, agosto 20, 2007

XXV

Benditas las ausencias temporales
que tienen plazo fijo de existencia,
los recuerdo que nombran tu presencia,
las ojeras de noches conyugales.
Benditos los aullidos animales,
las niñas del amor en penitencia,
las bocas de los lobos bilabiales
que muerden la manzana sin prudencia.
Benditos los abrazos que hacen “daño”,
las ovejas benditas del rebaño,
los colmillos de besos carniceros.
La nocturna quietud de la guarida,
las niñas que nos quieren de por vida,
los “Carlobos” del Club de los Blogueros.

Pa mi tocayo, lobo y amigo.

jueves, agosto 09, 2007

XXIV

Benditos los oficios callejeros,
la luna que se esconde en nubarrones,
los sueños por venir, los camisones,
las mujeres que arrojan ceniceros;
benditos los fugaces aguaceros,
las gotas que parecen lagrimones,
las horas sin relojes, los buzones,
los tatuajes de rudos marineros.
Benditos los que miran a los ojos,
los que secan las lágrimas de un llanto,
los convictos que nunca se confiesan;
los que quitan la llave del cerrojo,
los que saben decir “te quiero tanto”,
los que viven la vida como besan.