martes, abril 08, 2008

XLVIII

Bendita María Emilia, sol y luna,
sobrina del deleite de su tío,
navío
por un río de aceituna.
Columna vertebral de la fortuna,
llovizna de rocío,
alado corazón, tan suyo y mío,
gorrión, canción de cuna.
Bendita su bendita compañía,
su voz de mediodía
por mi mano,
sus ojos de mirar la luna llena,
sirena
por un cielo de verano.


(Escrito desde los zapatos de su tío)