jueves, enero 02, 2014

XLIII

Bendita la cubana que ha partido
de su Cuba natal, sin nada puesto,
la que firma de amor el manifiesto
con dos frases de olvido,
la que sueña con ser mujer-latido,
un febrero bisiesto,
la que sabe, cabal, el presupuesto
de querer sin medir, como es debido,
la que escribe su nombre en los cristales,
la Pandora de vientos torrenciales
que en orgasmos se trueca,
la que besa con besos de conjura,
la que no tiene cura,
la que lleva la luna en la muñeca.