martes, noviembre 20, 2012

XXVII

Bendita Lau que sigue y no escarmienta,
sedienta soledad de cada día,
Barbarita y Rocío, astrología,
pronóstico de lunes de tormenta.
Virginiana de ley, piba polenta,
otoño que se va, melancolía
de anudar tu cintura con la mía
en una madrugada amarillenta.

Bendito soliloquio de voz sola,
al pie de una farola,
erguida como lámpara testigo.
A la cuenta de tres, sitio tu cama,
amor que se derrama
en el hueco redondo de tu ombligo. ©

4 comentarios:

Laura dijo...

No tenés la menor idea de cómo me iluminaste el día hoy.
Cuando puedas pasá por mi casa que no escarmienta, que te dejé un par de alitas.
Besos y gracias porque mi emoción.

Laura.

Carlos dijo...

Querida Lau, si la mitad de una sola de estas letras ha servido para despejar el bajoncete de ayer, pues entonces éste soneto ha cumplido su cometido y me alegro por él y por tí.

Ya estuve en tu casa y me encantó el último post que dejaste. Muchísimas gracias por el vuelo de tu regalo.

Ahora vuelvo para responderte por allí.

Te dejo un beso inmenso.

Carlos dijo...

Dijo Lau en su Blog:


Habia una vez un escritor que llevaba en su piel los mas hermosos versos.
Que era capaz de desenmarañar, entre las musas y resfríos, todo lo que siento cuando quiero estar a salvo, entre maderas y nardos, de amores de guardia y amantes de colegio secundario. El sabe que soy la coleccionista de soledades y compensaciones y que quisiera animarme al amor sin barreras.
Sabe mucho de mujeres, de gatas y amores y que, domingo por medio, leo mi horóscopo. Modela las vocales de tal manera, que la niña de la ausencia pasa en vigilia, junto conmigo, leyendo a caperucita y el lobo (casi una historia de amor) escuchando de fondo tango español.
Y será que ese escritor me acaricia el alma y cuida de mis alitas en las sombras, que cuando él las necesita yo se las presto y las dejo olvidadas en su casa a propósito, porque nunca deja su corazón cerrado por vacaciones, y tambien porque "corazon" empieza con C de Carlos, como él.
Y también en vigilia, le preparo cien veces el desayuno, de apenas cortadito con leche, cucharita y media de azucar, ultracaliente, jarrito blanco, jazmín en un florerito, media luz y Sabina sonando en la fonola. Algunas veces café y té con canela y scones recién aprendidos.
Será que no lo conozco personalmente, pero igual le mando un beso en París.

Es un placer armar historias con apenas un puñado de tus letras.


Gracias por esta Bendición. Me siento muy honrada. No tenés idea de cómo me iluminaste el día hoy.


Besos con Apenas Penas.

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Y lo transcribo porque me ha "encantado"

Carlos dijo...

ello, creativo, entrañable.

Puedo ver tu corazón en el armado del relato, puedo ver el tesón de tus manos, trenzando hilo por hilo la trama de los títulos de mis versos.

Puedo ver la manta que tejerás para que te abrigue el alma las largas noches de invierno.

Puedo verte acurrucada, artesana de conjuros, tensando cada hilván.

Frágil, vulnerable, cerca. (nuy cerca)