sábado, diciembre 02, 2006

III

Benditas las iglesias “rococoses”
recargadas de rosas de granito,
los “no tardes, amor, te necesito”,
los besos que demoran los adioses;
Los lobos que no quieren ser feroces,
las alas que transportan angelitos,
la boca de los besos del delito,
los pecados veniales de los dioses.
Benditas las benditas iniciales
que dibuja el amor en los cristales,
jugando con las gotas de la lluvia;
Los que cambian el postre por la cena,
las rubias que pretenden ser morenas,
las morenas que sueñan con ser rubias.

2 comentarios:

david santos dijo...

Hola!
Carlos, a lido teu soneto en Clarice, es espectacular.
Toi liendo estes poemas e my gusta mucho. Escribe siempre, hombre. Tienes muy taliento.
Gracias.

Carlos dijo...

Querido David, eres muy gentil, yo también he leído cosas tuyas y a pesar de no "falar" tu maravilloso idioma, igual me he conmovido.

Un abrazo.